Hoy les traigo el controvertido tema de las criptomonedas. En primer lugar, me gustaría comenzar por definir que es una criptomoneda. Una criptomoneda o también llamada criptodivisa es un activo digital que utiliza criptografía para asegurar un sistema de pago seguro. Por lo tanto, son un tipo de divisa alternativa o moneda digital.
Existe mucha controversia sobre si las criptomonedas deben ser de control descentralizados, tal y como se crearon, o si debe estar controlada por bancos, gobiernos o alguna otra entidad.
Las criptomonedas más conocidas son las siguientes:
Bitcoin (BTC): Fue la primera criptomoneda y sin duda la más conocida y cotizada. Fue fundada en 2009 por un programador (o grupo de programadores) bajo el pseudónimo Satoshi Nakamoto. En el momento en que escribo estas líneas, un bitcoin equivale a 48.000 dólares americanos.
Litecoin (LTC): Fue fundada en 2011 por Charlie Lee y fue creada con el objetivo de confirmar transacciones de manera mucho más rápida que el Bitcoin.
Ethereum (ETH): Fue creada en 2013 por Vitalik Buterin. En 2014, se hizo un crowdfunding y se comenzó a utilizar en 2015. Se ha convertido en la segunda mayor criptodivisa del mundo tras el Bitcoin y se está volviendo cada vez más popular. Antes de alcanzar los dos años tras su presentación, el precio del Ethereum ha llegado a máximos con un incremento superior al 1600% y muchos la han declarado ya como «el próximo Bitcoin».
Cardano (ADA): Lanzada en septiembre de 2017, Cardano es una plataforma de la cadena de bloques diseñada para ejecutar diversas aplicaciones, como contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas. ADA está disponible para invertir en ella a corto y a largo plazo a través de la plataforma eToro como parte de su oferta de criptomonedas.
Otras criptomonedas: existen infinidad de criptomonedas en la actualidad, entre las que destacan las mencionadas anteriormente, el Ripple, el Dogecoin, IOTA, Stellar, etc.
Es importante saber que las criptomonedas son muy volátiles y que cuando invertimos en ellas, podemos ver cambios bruscos en nuestro balance. Es algo normal, ya que en un mismo día puede haber saltos de un 15-20% y son bastante frecuentes las caídas de hasta un 10%.